Claro, aquí tienes un resumen en dos párrafos:
La baraja española está formada por 40 o 48 cartas, divididas en cuatro palos: copas, espadas, oros y bastos. Cada palo tiene diez cartas numeradas del 1 al 7 y tres figuras: la sota, el caballo y el rey, que se identifican con las letras S, C y R respectivamente. Aunque su diseño y uso principal es para juegos tradicionales como la brisca, el mus, el chinchón y la escoba, estas cartas también tienen un fuerte simbolismo que las vincula a prácticas esotéricas como la cartomancia.
En el ámbito esotérico, los palos de la baraja española tienen correspondencias con elementos y aspectos de la vida humana: las copas representan emociones y relaciones, las espadas simbolizan desafíos y conflictos, los oros están relacionados con lo material y la prosperidad, y los bastos reflejan energía y creatividad. Estas asociaciones son similares a las del tarot, donde los arcanos menores también se dividen en cuatro palos equivalentes, lo que refuerza el uso de la baraja española para lecturas adivinatorias.
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Cartas del TAROT
El Registro Akáshico, es el banco de memorias de la vida, en todas sus posibilidades.
Allí, se archiva todo lo que vivió un alma en sus diferentes reencarnaciones, lo que está viviendo y las cosas que, tal vez, viva en el futuro, pero no desde una forma de adivinación, sino de caminos potenciales.
